Luego que el alcalde Lima, Luis Castañeda Lossio, se atreviera a decir que "la ingeniería fue superada por la naturaleza" para justificar el colapso del Puente Talavera (de tipo asimétrico) y esconder su mal proceso de construcción y diseño, decidí recurrir a fuentes cercanas para constatar o invalidar lo que el burgomaestre nos quiso hacer creer a través de los medios de comunicación.

Se trata de tres profesionales de mucha cercanía: mi padre Julio César Francisco Piscoya Fernández, mi hermano Julio Piscoya Quevedo y mi primo Juan Miguel Piscoya Calderón; todos ellos, profesionales en ingeniería civil. El primero especialista en puentes con experiencia como proyectista y ejecutor de obras con más de 33 años; el segundo, con experiencia en formulación de proyectos de ingeniería y un MBA en ESAN; y el tercero, consultor de obras de especialidad e ingeniería estructural con estudios concluidos de maestría en Ingeniería Estructural en la Universidad Nacional de Ingeniería.

Mi intención era saber si es cierto que el ingenio humano tiene limitantes y si éstas son tan previsibles que es necesario detenerse en el intento de aplicar la ingeniería por el fracaso inminente al que se estarían exponiendo los esfuerzos por ofrecer calidad de vida a los ciudadanos y la pérdida de recursos públicos en soluciones poco duraderas.

La ingeniería decide dónde ubicar una 'estructura'

Con relación a lo sucedido con el Puente Talavera, Juan Miguel Piscoya Calderón refiere que es la ingeniería la que decide dónde ubicar una 'estructura' (puente); y si ésta se ubica erróneamente, su colapso no se debe a la inclemencia de la naturaleza, sino al error de concepción con el que fue formulada y construida. Para él, ese estribo debió construirse mucho más adentro, -unos 10 a 15 metros más adentro- ya que si se alargaba la luz o longitud del puente se extendería su tiempo de vida útil ya que el estribo de concreto no se vería afectado por la socavación del terreno causada por el incremento del caudal y su fuerza producto de los huaicos.

Aunque esta propuesta en temas presupuestales es considerada "antieconómica", se justifica por el tipo de puente escogido (de tipo atirantado). este tipo de estructura es la que más longitudes puede salvar y permite asociarse a cuestiones urbanísticas o arquitectónicas, además de resistir desde 100 metros hasta 200 metros de longitud. También, no habría problema en escatimar unos 15 metros más de puente, para evitar el colapso del apoyo hasta en unos 100 años como mínimo: "el costo de un puente de 100 metros es casi igual que para uno de 115 metros, no influye mucho".

"En ingeniería se trata de ahorrar longitud (en el caso del puente) lo más que se pueda, a esto lo llaman "Economizar" bajo el término "Optimizar"; eso es un error de filosofía o concepción. No es la primera vez que se cae un puente por estas razones, hay muchos casos que puentes han colapsado porque sus apoyos extremos han estado "muy al filo" y nunca se ha hecho nada, ni siquiera está escrito en la Norma de Diseño de Puentes del Perú, aspectos como la necesidad de considerar una distancia tolerable de ubicación del apoyo respecto al borde de un río", refiere Juan Miguel Piscoya Calderón.

Precisa que es importante “Concebir Filosóficamente el Proyecto”, realizando análisis adicionales como por ejemplo: Análisis del Puente atirantado considerando el Apoyo extremo (Estribo) y Análisis del Puente atirantado sin considerar el Apoyo extremo (Estribo), este 2do análisis es con la finalidad de garantizar una “Redundancia Estructural” ante posibles fallas constructivas (ya que lamentablemente se ha desligado, en muchos casos, la parte del Diseño de la fase constructiva, es decir los profesionales Diseñan pero no Construyen y otros Construyen pero no diseñan, situación que debe ser totalmente cambiada, existiendo posibles fallas ya no de diseño, sino de proceso constructivo). La única forma de garantizar una infraestructura de este tipo que se mantenga en el tiempo es considerando la “Redundancia Estructural”, no con el fin de que el puente sin el estribo funcione o continúe en servicio; pero si falla el estribo, el resto de la estructura tendría deformaciones tolerables que permitan una reposición inmediata del apoyo perdido.

"En los últimos 20 años, se ha visto a la Ingeniería Civil como una carrera lucrativa, escuchamos a muchos jóvenes decir: “Estudiaré Ingeniería Civil para tener harta plata”, dejando de lado el concepto real de la profesión. Hay universidades cuyo propósito es “Negociar” la educación superior y la emisión irresponsable de títulos profesionales a diestra y siniestra, como el caso de las modalidades de complementación para quienes cuentan con experiencia pero sin formación básico profesional: Eso en Ingeniería no puede darse", reflexiona.

El gobierno debe contratar a gente de excelente reputación, intachables, con alto conocimiento técnico en la ingeniería, sí existen en el Perú, profesionales de alto nivel que al escuchar a un “Empresario”: “Ingeniero negociemos el proyecto…” simplemente lo ignore ó en todo caso lo denuncie.

El dado tuvo que estar sobre suelo firme

Julio Piscoya Quevedo sostiene que en el diseño está mal planteado el tirante con la torre ya que ambas partes de la estructura debieron sostener a la losa con viga y el cimiento que es un dado de concreto debía equilibrar las fuerzas, es decir los cables estaban de adorno por que la superestructura no era sostenida por estos, sino prácticamente por los dados de concreto derecho e izquierdo.

El dado de concreto derecho o la cimentación sobre el cual descansaba la torre que sostenía la superestructura (losa y vigas) tuvo que estar sobre suelo firme; este no tuvo la adecuada profundidad de cimentación por lo que debió proyectarse -en todo caso- pilotaje como una opción de cimentación profunda. El dado de concreto izquierdo ubicado frente a la torres (sobre el cual se apoyaba la superestructura) cumplió un débil papel desde el punto de vista estructural dado que se apoyaba también sobre prácticamente un relleno, es decir no tuvo una adecuada profundidad de cimentación.

Por otro lado, según la idealización estructural de este puente no manda la construcción de este dado de concreto en el lado izquierdo y los efectos de la socavación acabaron por debilitar el suelo de sustentación haciendo que colapse dicho puente.

También menciona que la propuesta de ampliar la longitud de la losa para garantizar su vida útil se ve limitado por las avenidas que cruzan a ambos extremos lo cual invadiría por el extremo contrario a la torre.

"Tendrían que haber hecho un cimiento más profundo debajo del nivel de la parte más baja del fondo del río (2.5 mts. por debajo), no puedes retirarte mucho, porque si te alejas más de la ribera invades la carretera o pistas o avenidas. El tema va por una cuestión de profundidad necesitaba mas profundidad de desplante o cimentación optando por pilotaje" finaliza.

Los tirantes -factor 4- hubieran soportado la losa

Para cerrar, citaré lo que -a la luz de su experiencia- sostiene al respecto de lo sucedido el ingeniero Julio César Piscoya Fernández; quien señala que la plataforma del puente debe ser soportado por tirantes (cables) factor 4, es decir que soporten cuatro veces el peso de la plataforma (losa); estos debieron sostener la estructura al colapsar el dado de concreto producto de la socavación del relleno sobre el que estaba construido (considerado un error del diseño o construcción). es decir que al caerse el cubo, como lo hemos visto, la losa debió quedar suspendida en el aire como una especie de trampolín.

"El soporte o dado de concreto no es la parte principal de la estructura, con o sin éste, la losa no debía colapsar, porque el punto principal en el diseño atirantado es la torre y los cables que soportan a la losa."

Parece que para el proyectista, el cubo habría sido el que soportaba todo el peso del puente constituyéndose en la parte importante de la estructura, lo cual no debió ser, pues los tirantes pasarían a cumplir una función decorativa.

Los cables no han sido los apropiados, pues han quedado saturados mientras que la torre no ha sufrido daño alguno, ni siquiera se ha torcionado al recibir una fuerza horizontal al entrar en contacto la losa caída con la corriente del río (fuerza aplicada de este a oeste).

Además, no era necesario hacer un cubo de concreto con malos acabados si el concepto es estético, arquitectónico y urbanístico; en ese caso se debió construir una pantalla de concreto a modo de máscara que revista la zona de contacto hacia el nivel más profundo de la ladera.

Él finaliza señalando que hay responsabilidad del proyectista del puente, la unidad técnica de la entidad -que cumple sus veces de evaluadora y que fue la que aprobó la propuesta para su ejecución-. Aunque, si el concepto del proyecto, hubiese sido distinto y éste a su vez se haya modificado en su fase de ejecución, entonces la responsabilidad recaería en la empresa constructora, la supervisora del proyecto y la entidad a cargo de recibir la obra, nuevamente la unidad técnica de la Municipalidad de Lima Metropolitana.

Denuncia además que el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) es un ente figurativo; para ser 'consultor' en el país no importa tu nivel de preparación o experiencia, solo basta con pagar 400 soles, llenar formularios y adquieres dicha condición, se supone que la consultoría es el punto máximo de pericia en el ejercicio profesional. 

"Tienes profesionales sancionados o inhabilitados que utilizan de pantalla a profesionales jóvenes y continúan operando en contubernio con autoridades de todos los niveles de gobierno. No hay filtros, ni siquiera se considera la eficiencia en el ejercicio de proyectista o ejecutor de obras, la falta de esos filtros y la inexistencia de la data que sirva para la toma de decisiones es lo que permite la impunidad, el riesgo al error y la corrupción." enfatiza.

¿Es necesaria la reconstrucción total del Puente?

Los tres especialistas coinciden en la necesaria participación de los profesionales en geología y riesgos geológicos para la formulación de los estudios, además de la inclusión de informes geológicos minuciosos en los casos de obras importantes en las urbes y de nivel semi-detallado para los estudios donde el riesgo o impacto -en caso de falla o colapso- sea menor.
Mencionan que urge un sistema de medición de la eficiencia en el desempeño profesional que sirva como referente para saber a quién se está pretendiendo contratar para las consultorías y ejecuciones de obra; además puede servir como una acreditación del buen ejercicio profesional para el perfil de los ingenieros, arquitectos y las empresas constructoras.
También proponen que de acuerdo al daño que haya sufrido la losa, ésta se puede elevar nuevamente a su nivel original haciendo uso de gatas hidráulicas, esta vez corriendo la altura del dado de concreto que colapsó, pero aplicando la protección al mismo hasta la parte más profunda de la ribera. Si las condiciones se prestan a la aplicación de estas medidas se puede obtener un ahorro importante con relación al costo original del proyecto o la reconstrucción total del puente (que seguro es lo más probable que busquen argumentar); considerando que la torre, que es la estructura principal del puente, se encuentra intacta sin daño alguno.
Es importante que los profesionales se sujeten a sus conocimientos y principios y que no se conviertan en los que justifican errores. Que su experiencia esté siempre al servicio del desarrollo, la mejora constante del conocimiento y la calidad de vida para los ciudadanos.

La falacia por Negación del Antecedente y "ad hominem"